CRÍTICA HISTORICA:
Brevísima relación de la destrucción
de las Indias por Obispo dō fray Bartolomé de Las Casas / o Casaus de la Orden de Sācto Domingo.
Introducción
El
siguiente trabajo de investigación tiene como fundamento principal mostrar una
crítica histórica, en función a la obra
realizada por Fray Bartolomé De Las Casa y su posición en cuanto a la
conquista y colonización del nuevo mundo y el supuesto descubrimiento de las
Indias.
Para
algunos latinoamericanos tales hechos de conquista y colonización y la
“historia oficial” es una auténtica
farsa y engaño, para otros un
acontecimiento que ni siquiera tiene el más mínimo interés, pero para los
intelectuales, las cosas pasar de un
extremo a otro, la batalla por dar a conocer los verdaderos hechos no deja de
ser importante a pesar de los siglos.
Unos
cuantos apoyan la “historia oficial” y otros tratan a toda costa de poner la
otra cara dela moneda, Pero la verdadera incógnita es la siguiente ¿fue
descubrimiento, conquista, colonización, masacre, destrucción total de etnias?
O ¿un simple encuentro de grupos sociales por mera casualidad?
A propósito de esto José Rodríguez Figueroa
comenta en su blog que el “Día de la Raza”, es el nombre que reciben en la
mayoría de los países hispanoamericanos las fiestas del 12 de octubre, en
conmemoración del avistamiento de tierra por el marino Rodrigo de Triana en 1492,
al mando de Cristóbal Colón.
La
primera nación que adoptó el 12 de octubre como el “Día de la Raza”, fue
Argentina en 1913, a instancias del ex ministro español Faustino Rodríguez –San
Pedro, siendo presidente de la Unión Iberoamericana, pensando en una
celebración que uniera a España e Iberoamérica.
En
México, en el año de 1928, se instituyó el “Día de la Raza”, a iniciativa de
José Vasconcelos, que alude a lo que él llamaba “la Raza Iberoamericana”, con
un significado de sincretismo cultural.
En
cambio en Venezuela y en Nicaragua el 12
de octubre es El Día de la Resistencia Indígena conmemorando así la lucha de
los pueblos originarios y la rica herencia cultural que legaron, en Venezuela
específicamente, fue declarada durante el gobierno de Juan Vicente Gómez como
festividad nacional bajo la denominación de "Día de la Raza"
Por
tal motivo este hecho no era del agrado de algunos políticos y pensadores de la
izquierda venezolana, que consideraban que la festividad exaltaba el
colonialismo en detrimento de la cultura y valores de los Aborígenes originarios.
Tal
hecho da como pie a que la nueva festividad sea proclamada para conmemorar la
resistencia de los nativos americanos contra los conquistadores. Este hecho fue
decretado de tal modo por el presidente Hugo Chávez y sancionado por la
Asamblea Nacional de Venezuela como festividad en el decreto 2028, con fecha
del 12 de octubre de 2002.
Lo
que nos queda claro es que la verdad y
la mentira de una misma historia es la voz del vencedor quien la cuenta. Cuando
se lee la versión de los vencidos, de los vencidos, queda claro que la llegada
de los europeos a tierras americanas fue una gesta sangrienta y que provocó el
exterminio de vastas civilizaciones, a quienes les quitaron sus creencias, su
cultura, sus tierras, su oro y su plata y sus mujeres.
Pero
antes de dar conclusiones adelantada, en dicho trabajo se esclarecerá la otra
cara dela moneda y los propósitos De Las Casas por mostrarle al mundo su
versión de los hechos en la conquista y colonización de lo que para él en ese
entonces fueron Las Indias.
FICHA DEL LIBRO
Nombre del documento: Brevísima
relación de la destrucción de las Indias Colegida por el Obispo dō fray
Bartolomé de Las Casas / o Casaus de la Orden de Sācto Domingo.
Año de publicación:
1552
Lugar de la publicación:
Según Martínez (1986) las Casas comenzó en México la redacción de
la Destrucción de las Indias. En 1542, estando en España, acabó una primera
redacción en 1547 pero no fue hasta 1552
que imprimió en Sevilla, en la imprenta de Sebastián Trugillo
Medio por el cual se
publicó por primera vez el documento:
Libro
impreso en papel
CRITICA EXTERNA
Medio En El Cual Se Escribió La Obra Y Fuente Que La
Pública:
La
imprenta de Sebastián Trugillo, 1540-1567
impresor sevillano que como Barrera tuvo
su imprenta junto a las casas de Don
Pedro de Pineda, circunstancia que hicieron
constar entre sus impresiones muchos
libros importantes.
Hazañas
Y La Rúan (1892) nos señala a Trujillo
como notable impresor de libros góticos; donde se reconoce su nombre, sin que se pueda precisar en cual/
en una obra del doctor Pedro Mexia, que
lleva la fecha de 1540. De 1543 y 15491 citan
Gayangos y los anotadores de Gallardo, ediciones de la historia Caballeresca de Félix Magno; en 1
552 imprimió los nueve célebres tratados
de Fr. Bartolomé de las Casas; en 1562
una de las más hermosas impresiones de la Tragicomedia de Calisto y Melibea; en
1565 el curioso libro Breve instrucción de cantollano de Luis de Villafranca;
en distintos años casi todas las obras de Pedro Mexia, y, sin expresar la
fecha, el curioso Compendio de algunas cosas notables de España, de Fr. Domingo
de Valtanas, que contiene curiosas noticias referentes al descubrimiento de América.
Citar todas las obras que de esta imprenta se conocen, sería ardua tarea, pues
el nombre de Trujillo se repite sin cesar en las bibliografías sevillanas.
En
diversas obras expresó Trujillo tener su taller en Señora de Gracia, donde más tarde encontramos a Alonso de la Barrera,
que como queda indicado, debió ser su
sucesor, pues usó el escudo de Trujillo,
descrito ya al hablar de la Barrera.
La última obra en que vemos el nombre de Sebastián Trugillo es la
Crónica de España abreviada, de 1567, y debió
morir poco después pues el año de 1569 ya vimos al citado Barrera usar
su escudo. Fue Trujillo uno de los más notables impresores sevillanos del siglo
XVI.
Contexto Donde Se
Escribe La Obra:
Según
Sanoja (2004) Durante el período 1500-1640, mientras se consolidaban las bases
del sistema capitalista en Europa Occidental, en Iberoamérica se revirtió a una
forma económica postfeudal o "enfeudada". Durante el proceso de colonización,
Iberoamérica también "colonizó", asimiló culturalmente a los
españoles indianos, ya que la conquista y la colonización española, no se
hicieron sobre un territorio virgen: éste ya tenía dueños desde hacía miles de
años. En 1492, el viaje de Cristóbal Colón reveló a las naciones europeas la
existencia de una humanidad distinta a la ya conocida en Europa, Asia y África.
Este evento, quizás uno de los más importantes en la historia universal,
transformó en el largo plazo las bases de la civilización.
Las
naciones europeas de entonces actuaron directamente, como fue el caso de
España, o indirectamente, como lo hicieron Inglaterra, Holanda y Francia para
tratar de construirse una América que sirviese a sus propósitos. Según
Wallerstein (1974) y Braudel (1992), durante el período 1500-1640, el núcleo
duro de países de Europa occidental consolidó una estructura económica basada
en la utilización del trabajo asalariado en la agricultura, la ganadería y la
industria. Como contraparte, en la periferia del capitalismo emergente, en
ciertas regiones como Europa Oriental e Iberoamérica, se revirtió a una forma
económica postfeudal o "enfeudada" (Brito Figueroa, 1978), basada en
el uso del trabajo forzado, servil o esclavista, para la producción de materias
primas como el oro y la plata, melazas, tabaco, cacao, cereales, entre otros.,
en tanto que la Europa meridional devenía un espacio de transición para la
circulación de dichos bienes hacia el núcleo capitalista duro de los países europeos
occidentales Iberoamérica es un continente inmenso, habitado todavía para el
siglo XVI por poblaciones amerindias que representaban diversos niveles de
desarrollo sociohistórico, desde bandas de recolectores cazadores, pasando por
sociedades aldeanas, cacicazgos y complejos señoríos, hasta llegar a los enormes
imperios Inca y Azteca.
En
el caso de Iberoamérica, el proceso de conquista y colonización le reportó al
imperio español el control precario de un territorio de aproximadamente tres
millones de km2, con una población comparativamente escasa, mientras que la
extensión del territorio metropolitano a duras penas podía llegar a alcanzar
las dimensiones de una de las pequeñas provincias del imperio ultramarino. La
tarea de construir dicho imperio requería de estrictos sistemas de control de
la fuerza de trabajo, por lo cual España revirtió a la utilización de un modo
de trabajo sincrético donde se combinaban las antiguas formas del esclavismo y
el servajeo trabajo servil que habían caracterizado al mundo antiguo y al
mundo medieval, dentro de una forma socioeconómica híbrida de capitalismo
mercantil que podríamos quizás llamar "postfeudal", la cual respondía
a la necesidad de combinar las condiciones locales de producción y los
intereses derivados del mercado mundial (Stern, 1986).
Durante
el proceso de colonización, Iberoamérica también "colonizó", asimiló
culturalmente a los españoles indianos. La población española que emigró a
Iberoamérica, a partir del siglo XVI, se fundió étnica y culturalmente con los
pueblos amerindios y afroamericanos, dando origen a una sociedad mestiza
inédita, que ya para inicios del siglo XVII había comenzado a trillar caminos
históricos alternativos a las tradiciones hispanas, amerindias y africanas
originales.
Motivaciones Del Autor Para Escribir La Obra
Conmovido
por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas y por la gradual
extinción de éstos, emprendió desde entonces una campaña para defender los
derechos humanos de los aborígenes; para dar ejemplo, empezó por renunciar él
mismo a la encomienda que le había concedido el gobernador de Cuba, denunciando
dicha institución castellana como una forma de esclavitud encubierta de los aborígenes
(1514)
Insistiendo
en la evangelización como única justificación de la presencia española en
América, propuso a la Corona reformar las Leyes de Indias, que en la práctica
se habían demostrado ineficaces para poner coto a los abusos. Las Casas
proponía suprimir la encomienda como forma de premiar a los colonos y
replantear la colonización del continente sobre la base de formar comunidades
mixtas de indígenas y campesinos castellanos (hacia una economía colonial más
agrícola que minera); para la isla de La Española, dado el hundimiento de la
población indígena y su supuesta incapacidad para el trabajo, proponía una
colonización enteramente castellana, reforzada con la importación de esclavos
negros africanos (cuya explotación consideraba legítima, en un exceso de celo
por proteger a los aborígenes).
Por
entonces decidió ingresar en la orden dominicana (1523) por motivos religiosos
y estratégicos, pues dicha orden venía defendiendo la dignidad de los aborígenes
desde el comienzo de la conquista, frente a los franciscanos (que sostenían el
punto de vista de los colonizadores).
Biografía:
Fray
Bartolomé de Las Casas nació en Sevilla en 1484. Estudió Derecho Canónico en
Salamanca. Su padre viajó con Cristóbal Colón en 1492 y el propio Colón le
obsequió un joven esclavo aborigen (que más tarde sería devuelto a su tierra).
Sin embargo, este hecho marcaría al joven Bartolomé. En 1502 acompañó al
conquistador Gonzalo Fernández de Oviedo al Nuevo Mundo. Su primer asentamiento
se produjo en La Española en 1502, donde se convirtió en encomendero.
En
1510 se ordena como sacerdote y en los años siguientes va a Cuba con Pánfilo
Narváez y Diego Velázquez como capellán castrense. El hecho que desencadenaría
su dedicación de por vida a la defensa de los indígenas fue la matanza de aborígenes
en Caonao y la tortura del cacique Hatuey, en Cuba. Sería en el período
comprendido entre 1515 y 1517 cuando llevó a cabo su primer intento de defensa
en la Corte peninsular.
Fue
el Cardenal Jiménez Cisneros quien le dio el título de “Protector de los Indios”
y en 1520 lo autorizó para fundar una colonia en Santo Domingo, la cual
fracasó. En 1514 se produce un cambio en su vida tras una etapa de crisis y es
entonces cuando comienza su labor como defensor de los aborígenes. No sería
hasta 1523 cuando decide su ingreso en la Orden Dominicana.
Se
le consideraba un agitador en la Corte de Carlos V y fue gracias a su gestión
que las Nuevas Leyes de Indias salieron adelante en 1542. Incluso, se logró que
por algún tiempo el sistema de encomiendas se suprimiera. De hecho, es uno de
los mayores exponentes de la “leyenda negra” española.
Una
de sus máximas desilusiones fue el fracaso de la comisión de jerónimos (en la
que él mismo participó), la cual se iba a encargar de ir al Nuevo Mundo para
investigar si era cierto lo que se denunciaba.
Promulgaba
una organización colonial pacífica, sin crueldad. Estaba a favor de emplear
medios alternativos de colonización y evangelización, sin el uso de la
violencia. Sin embargo, cometió un grave error, del que posteriormente se arrepentiría,
al recomendar la importación de esclavos negros africanos para liberar a los aborígenes
de los trabajos forzosos.
Fray
Bartolomé de Las Casas no sólo limitó su acción humanitaria y de defensa a Cuba
o La Española, sino que participó en otros lugares como Perú y Guatemala. En
1543, además, Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas (México), aunque la
hostilidad de sus feligreses por sus rigurosas exigencias morales le hizo
regresar a Castilla en 1547 para no volver nunca. Anteriormente había rechazado
el mismo cargo en Cuzco.
Realizó
varios viajes oceánicos, siempre con el objetivo de defender a los aborígenes.
Su regreso definitivo a España se produjo en 1547. En 1551 refutó la tesis de
Juan Ginés Sepúlveda, quien defendía la superioridad europea y licitaba la
guerra contra los naturales. Las Casas murió en el Convento de Atocha, en
Madrid, en 1566.
CRÍTICA INTERNA
La Obra
La
narración de dicha obra se realizó en primera persona, pareciera un contenido autobiográfico, puesto
que los escritos fueron muy explícitos
en cada imagen que el autor quiso hacer ver al lector de su obra, el género
literario del trabajo no está muy claro, para algunos intelectuales fue crónica histórica es la función informativa.
Es
por ello que Veres (1998) señala queda bastante clara que la intención
primordial de Fray Bartolomé era la información. Pero, para cumplir con su
objetivo, el dominico español debía buscar el soporte textual más adecuado para
que su voz resonara con cierto eco en el entorno del príncipe Felipe II,
responsable real de los asuntos de Indias en aquellos años.
Por
lo tanto De las Casas escribe de la siguiente manera:
“…….deliberé,
por no ser reo, de las peticiones de ánimas y cuerpos infinitos que los tales
perpetuaran, poner en molde algunas y muy pocas que los días pasados colegí de
innumerables que con verdad podría referir, para que más facilidad Vuestra
Alteza las pueda leer”
Pero por otra parte se puede decir que uso un discurso
apologético de las injusticias hechas
contra los aborígenes que reproducen el mito del buen salvaje confeccionado a
principios del Siglo XVI a partir de las crónicas de indias. Los ejemplos son
bastante evidentes:
"Saliéndole
a recibir el rey y señor de ella con procesión de infinita gente y haciéndole
servir mil servicios y regalos..."
"Gentes mansuetísimas y buenas como las
otras..."
"Recibiéronles como si fueran sus entrañas y
sus hijos, sirviéndoles señores y súbditos con grandísima afección y
alegría."
Las figuras
literarias usadas por el autor si son bastante claros y evidentes, como
por ejemplo:
Polisíndeton: la figura literaria del
“polisíndeton” se refiere al proceso de utilizar conjunciones o de conectar con
frecuencia palabras en una frase, colocadas muy cerca la una de otra, en
oposición a la norma habitual de usarlas escasamente, sólo donde son
técnicamente necesarias. Se usa principalmente para añadir un efecto dramático,
ya que tienen una fuerte presencia retórica.
"Porque son tantos y tales los estragos y
crueldades, matanzas y destrucciones, despoblaciones, robos, violencias y
tiranías..."
Asíndeton: El asíndeton es un recurso
literario que consiste en omitir la conjunción. Suele utilizarse para dar
agilidad al texto, es una herramienta literaria que ayuda a acortar el
significado implícito de toda la frase y presentarlo en una forma sucinta. Esta
versión compacta ayuda a crear un impacto inmediato por el cual hace que
inmediatamente el lector entre en sintonía con lo que el escritor está tratando
de transmitir. El uso de este recurso literario ayuda a crear un fuerte impacto
y las frases de este tipo tienen un mayor valor de recuperación ya que la idea
se presenta en una cáscara de nuez
"Quemaba los pueblos, prendía los caciques,
dábales tormento, hacía matar, tomaba esclavos."
Estos recursos ya presentes en el resto de la obra
lascasiana son llevados al extremo en la Brevísima. El sistema estilístico se
basa en la elección de términos negativos como "tirano" o
"destrucción" para designar a los españoles, aunándose el peso de la
adjetivación: "tirano infernal", "crudelísimas y desenfrenadas
tiranías". También se produce la enumeración de sinónimos con este mismo
carácter de intensificación peyorativa:
"...porque son tantos y tales los estragos y
crueldades, matanzas y destrucciones, despoblaciones, robos, violencias y
tiranías..."
Estructura:
ü
Argumento del presente epítome
ü
Prólogo
ü
Brevísima relación de la destruición de
las Indias
ü
De la isla Española
ü
Los reinos que había en las la Española
ü
De las dos islas de Sant Juan y Jamaica
ü
De la isla de Cuba
ü
De la Tierra Firme
ü
De la provincia de Nicaragua
ü
De la Nueva España
ü
De la provincia e reino de Guatimala
ü
De la Nueva España y Pánuco y Jalisco
ü
Del reino de Yucatán
ü
De la provincia de Santa Marta
ü
De la provincia de Cartagena
ü
De la Costa de las Perlas y de Paria y
la isla de la Trinidad
ü
Del rio Yuyapari
ü
Del reino de Venezuela
ü
De las provincias de la Tierra Firme por
la parte que se llama La Florida
ü
Del rio de la Plata
ü
De los grandes reinos y grandes
provincias del Perú
ü
Del nuevo reino de Granada
Interpretación
El
argumento principal de la obra gira entorno a todo lo ocurrido en las Indias,
desde lo maravilloso de su descubrimiento hasta lo penoso de las matanzas y
estragos que realizaron los colonizadores sobre gentes inocentes. La obra es un
relato de todos los ultrajes y asesinatos que se cometieron en esos años con el
objeto de darlo a conocer al monarca Español de la época. En este sentido
conviene aclarar que si bien todavía reinaba Carlos I de España y V de
Alemania, el obispo fray Bartolomé de las Casas lo envía al príncipe Felipe que
en pocos años después se convirtió en el rey Felipe II.
En
el relato le explica al príncipe Felipe los males, perdiciones y daños
producidos en todos los reinos del nuevo mundo de las Indias. Igualmente
suplica al principie Felipe que no permita la tiranía que se estaba cometiendo
durante la conquista sobre gente pacífica y humildes.
El
objetivo que fray Bartolomé de las Casas plasma en el texto es el de la
deformidad de la injusticia, la destrucción que se produjo sin ninguna causa
que lo justifique y solo llevados por la codicia y la ambición. Va narrando las
atrocidades cometidas durante la conquista en todos los lugares. Como dejan
despobladas las Islas de Cuba y de los Lucayos, las 30 islas de la comarca de
San Juan, como se actuaba en los 5
reinos de las Islas Españolas, la Isla de San Juan, Jamaica, Nicaragua entre
otras.
En
la Brevísima relación de la destrucción de las Indias ha descrito los males que
asolaron a las Indias desde la llegada de los españoles. Es una relación de la
destrucción de las Indias llena de horror y de sangre. Asombra también como
describe el hecho de los muertos y el modo de haberlos maltratado. Cada página
salpica sangre, con escenas de horror, de crueldad inaudita.
Los
españoles no llegan como corderos entre lobos sino como lobos entre ovejas: En
estas ovejas mansas y así dotadas entraron los españoles desde luego que les
conocieron como lobos y tigres y leones crudelísimos de muchos días
hambrientos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta parte hasta hoy,
sino despedazarlas, matarlas, angustia ellas, atormentarlas y destruirlas.
Las
Casas no se limita a describir los horrores y los males de aquella tierra
prometida en agonía y cuya causa fueron los Españoles, sino que busca remedios
para aliviarlos. Entre los muchos remedios hay uno que él llamo Octavo remedio,
en el que promete la supresión de la encomienda que
vuestra
“Magestad ordene y mande, que todos los indios que hay en las Indias se pongan
y reduzcan e incorporen a la corona real de Castilla y León en cabeza de
vuestra Magestad como súbditos y vasallos libres que son y ninguno este
encomendado a cristianos españoles”
Las
Casas está convencido de dos cosas: que la libertad humana es, después de la
vida, la cosa más preciosa y estimable del mundo, y que la esclavitud va contra
la ley natural porque atenta a la libertad, que la conquista y la guerra hecha
contra los aborígenes les ha quitado.
El
propósito de Bartolomé de las Casas al terminar de redactar la Brevísima
relación de la destrucción de las Indias, era cambiar el trasfondo de una
realidad que en menos de un siglo había degenerado de manera incontrolada por
parte de las máximas autoridades ubicadas en la Metrópoli. Este hecho, presente
a lo largo de todo el texto, se desprende de su afán y tenacidad en apuntar
soluciones mediante modos alternativos de colonización y evangelización
Critica De Sinceridad Y Exactitud
A Bartolomé de Las Casas se le atribuye la
responsabilidad de la colonización española de las Américas. Un nombre que se
saca siempre a relucir cuando se habla de las más afortunadas de sus obras, con
un título que en sí constituye un programa: Brevísima relación de la
destrucción de las Indias. Una destrucción; si así define un español, para más
señas fraile dominico, la conquista del Nuevo Mundo, ¿cómo encontrar argumentos
en defensa de esa empresa? ¿Acaso el proceso no se cerró con un inapelable veredicto
en contra para la colonización ibérica?
Pues no, no se cerró en absoluto. Es más, la
verdad y la justicia imponen el que no se acepten sin críticas las invectivas
de Las Casas; para usar la expresión que utilizan los historiadores más
actualizados, ha llegado el momento de someterlo a una especie de proceso, a
él, tan furibundo en los que iniciaba contra otros.
El
padre de Bartolomé, Francisco Casaus, acompañó a Colón en su segundo viaje al
otro lado del Atlántico, se quedó en las Antillas y, confirmando las dotes de
habilidad e iniciativa semíticas, creó una gran plantación donde se dedicó a
esclavizar a los aborígenes, práctica que, como se ha señalado, había caracterizado el primer
período de la Conquista y, al menos oficialmente, sólo ese período
Gracias a una conversión destacaría esta fase
para convertirse en intransigente partidario de los aborígenes y de sus
derechos. Tras su insistencia, las autoridades de la madre patria atendieron
sus consejos y aprobaron severas leyes de tutela de los indígenas, lo que más
tarde iba a tener un perverso efecto: los propietarios españoles, necesitados
de abundante mano de obra, dejaron de considerar conveniente el uso de las
poblaciones autóctonas que algún autor define hoy como «demasiado protegidas»,
y comenzaron a prestar atención a los holandeses, ingleses, portugueses y
franceses que ofrecían esclavos importados de África y capturados por los
árabes musulmanes.
Sin embargo, aunque en número reducido en
comparación con las zonas bajo dominio de otros pueblos, los españoles
comenzaron a importar africanos, entre otros motivos porque no se extendió a
ellos la protección otorgada a los aborígenes, implantada en tiempos de Isabel
la Católica y perfeccionada posteriormente. Aquellos negros podían ser, pero hacer
lo mismo con los aborígenes era ilegal y las audiencias, los tribunales de los
virreyes españoles, no solían ir con bromas. Se trata pues, de un efecto
imprevisto y se dice que perverso de la
encarnizada lucha emprendida por Las Casas que, si bien se batió noblemente por
los aborígenes, no hizo lo mismo por los negros a los que no dedicó una
atención especial, cuando comenzaron a afluir, después de ser capturados en las
costas africanas por los musulmanes y conducidos por los mercaderes de la
Europa del norte.
Pero volviendo a su conversión, determinada
por los sermones de denuncia de las arbitrariedades de los colonos, pronunciados por los religiosos -lo cual
confirma la vigilancia evangélica ejercida por el clero regular-. Bartolomé de
Las Casas se ordenó cura primero y luego dominico y dedicó el resto de su larga
vida a defender la causa de los indígenas ante las autoridades de España.
Es preciso que se reflexione, en primer lugar, sobre el hecho de
que el ardiente religioso haya podido atacar impunemente y con expresiones
terribles no sólo el comportamiento de los particulares sino el de las
autoridades. Por utilizar la idea del norteamericano Maltby, la monarquía
inglesa no habría tolerado siquiera críticas menos blandas, sino que habría
obligado al imprudente contestatario a guardar silencio. El historiador dice
también que ello se debió «además de a las cuestiones de fe, al hecho de que la
libertad de expresión era una prerrogativa de los españoles durante el Siglo de
Oro.
Por otra parte, se reflexiona muy poco sobre
el hecho de que este furibundo contestatario no sólo no fue neutralizado, sino
que se hizo amigo íntimo del emperador Carlos V, y que éste le otorgó el título
oficial de protector general de todos los aborígenes, y fue invitado a
presentar proyectos que, una vez discutidos y aprobados a pesar de las fuertes
presiones en contra, se convirtieron en ley en las Américas españolas.
Nunca antes en la historia un hombre de fe,
tal como Las Casas se consideraba a sí mismo, había sido tomado tan en serio
por un sistema político al que nos presentan entre los más oscuros y terribles.
Por lo tanto, las denuncias de Bartolomé
de Las Casas fueron tomadas radicalmente en serio por la Corona española, lo
cual la impulsó a promulgar severas leyes en defensa de los aborígenes y, más
tarde, a abolir la encomienda, es decir, la concesión temporal de tierras a los
particulares, con lo que causó graves daños a los colonos.
Jean Dumont dice al respecto: «El fenómeno de
Las Casas es ejemplar puesto que supone la confirmación del carácter
fundamental y sistemático de la política española de protección de los aborígenes.
Desde 1516, cuando Jiménez de Cisneros fue nombrado regente, el gobierno
ibérico no se muestra en absoluto ofendido por las denuncias, a veces injustas
y casi siempre desatinadas, del dominico. El padre Bartolomé no sólo no fue
objeto de censura alguna, sino que los monarcas y sus ministros lo recibían con
extraordinaria paciencia, lo escuchaban, mandaban que se formaran juntas para estudiar
sus críticas y sus propuestas, y también para lanzar, por indicación y
recomendación suya, la importante formulación de las "Leyes Nuevas".
Es
más, la Corona obliga al silencio a los
adversarios de Las Casas y de sus ideas.» Para otorgarle mayor autoridad a su
protegido, que difama a sus súbditos y funcionarios, el emperador Carlos V
manda que lo ordenen obispo. Por efecto de las denuncias del dominico y de
otros religiosos, en la Universidad de Salamanca se crea una escuela de
juristas que elaborará el derecho internacional moderno, sobre la base
fundamental de la «igualdad natural de todos los pueblos» y de la ayuda
recíproca entre la gente.
Se trataba de una ayuda que los aborígenes
necesitaban de especial manera; tal como se ha recordado los pueblos de América Central
habían caído bajo el terrible dominio de los invasores aztecas, uno de los
pueblos más feroces de la historia, con una religión basada en los sacrificios humanos masivos.
Sobre estas bases los juristas españoles,
dentro del marco de la «igualdad natural de todos los pueblos», reconocieron a
los europeos el derecho y el deber de ayudar a las personas que lo necesitasen.
Y no puede decirse que los indígenas precolombinos no estuviesen necesitados de
ayuda. No hay que olvidar que por primera vez en la historia, los europeos se
enfrentaban a culturas muy distintas y lejanas. A diferencia de cuanto harían
los anglosajones, que se limitarían a exterminar a aquellos «extraños» que
encontraron en el Nuevo Mundo, los ibéricos aceptaron el desafío cultural y
religioso con una seriedad que constituye una de sus glorias.
Conclusión
Brevísima
Relación de la Destrucción de la Indias es un libro que es preciso leer para
hacerse una idea de la magnitud del drama que significó la colonización del
nuevo mundo, advertido el lector de sus limitaciones documentales y posibles
exageraciones. Para muchos autores puede que la Brevísima sea una obra casi de
ficción, pero incluso en ese caso la historia que cuenta está basada en hechos
muy reales.
Es
por ello que es indiscutible el aporte teórico de Bartolomé a la antropología
filosófica, sin embargo ha de tenerse en cuenta que no se trata sólo de una
teoría abstracta, sino de una respuesta concreta, teórica y práctica, a una
situación histórica específica de violencia contra la dignidad humana. En el
presente se considera que los aportes de Las Casas constituyen un antecedente
de la defensa y fundamentación de los Derechos Humanos. No hay guerras limpias,
pero sí hay guerras que destacan por su notoria brutalidad.
Referencias
Bibliográficas
Redacción
Informativo del Sur de Jalisco 12 de octubre “Día de la Raza”, ¿Día de festejo
o de reflexión? Por:
José Rodríguez Figueroa
Nelson Martínez Díaz (1986)
Bartolomé De Las Casas Brevísima
Relación De La Destrucción De Las Indias, Ediciones Orbis, S.A. Barcelona,
España
Veres Luis (1998) El Marco De La Ficción En La "Brevísima
Relación De La Destrucción De Las Indias" de Fray Bartolomé de las Casas
Universidad Politécnica de Valencia CEU-San Pablo
Hazañas Y La Rúan Joaquín
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Matos Mar A Propósito DE
FRAY Bartoloml! De
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