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martes, 3 de febrero de 2015

CRÍTICA HISTORICA: Brevísima relación de la destrucción de las Indias

CRÍTICA HISTORICA: Brevísima relación de la destrucción  de las Indias por Obispo dō fray Bartolomé de Las Casas / o Casaus de la Orden de Sācto Domingo.



      
Introducción
El siguiente trabajo de investigación tiene como fundamento principal mostrar una crítica histórica, en función a la obra  realizada por Fray Bartolomé De Las Casa y su posición en cuanto a la conquista y colonización del nuevo mundo y el supuesto descubrimiento de las Indias.
Para algunos latinoamericanos tales hechos de conquista y colonización y la “historia oficial”  es una auténtica farsa  y engaño, para otros un acontecimiento que ni siquiera tiene el más mínimo interés, pero para los intelectuales,  las cosas pasar de un extremo a otro, la batalla por dar a conocer los verdaderos hechos no deja de ser importante a pesar de los siglos.
Unos cuantos apoyan la “historia oficial” y otros tratan a toda costa de poner la otra cara dela moneda, Pero la verdadera incógnita es la siguiente ¿fue descubrimiento, conquista, colonización, masacre, destrucción total de etnias? O ¿un simple encuentro de grupos sociales por mera casualidad?
 A propósito de esto José Rodríguez Figueroa comenta en su blog que el “Día de la Raza”, es el nombre que reciben en la mayoría de los países hispanoamericanos las fiestas del 12 de octubre, en conmemoración del avistamiento de tierra por el marino Rodrigo de Triana en 1492, al mando de Cristóbal Colón.
La primera nación que adoptó el 12 de octubre como el “Día de la Raza”, fue Argentina en 1913, a instancias del ex ministro español Faustino Rodríguez –San Pedro, siendo presidente de la Unión Iberoamericana, pensando en una celebración que uniera a España e Iberoamérica.
En México, en el año de 1928, se instituyó el “Día de la Raza”, a iniciativa de José Vasconcelos, que alude a lo que él llamaba “la Raza Iberoamericana”, con un significado de sincretismo cultural.
En cambio en Venezuela y en Nicaragua  el 12 de octubre es El Día de la Resistencia Indígena conmemorando así la lucha de los pueblos originarios y la rica herencia cultural que legaron, en Venezuela específicamente, fue declarada durante el gobierno de Juan Vicente Gómez como festividad nacional bajo la denominación de "Día de la Raza"
Por tal motivo este hecho no era del agrado de algunos políticos y pensadores de la izquierda venezolana, que consideraban que la festividad exaltaba el colonialismo en detrimento de la cultura y valores de los Aborígenes originarios.
Tal hecho da como pie a que la nueva festividad sea proclamada para conmemorar la resistencia de los nativos americanos contra los conquistadores. Este hecho fue decretado de tal modo por el presidente Hugo Chávez y sancionado por la Asamblea Nacional de Venezuela como festividad en el decreto 2028, con fecha del 12 de octubre de 2002.
Lo que nos queda claro es que  la verdad y la mentira de una misma historia es la voz del vencedor quien la cuenta. Cuando se lee la versión de los vencidos, de los vencidos, queda claro que la llegada de los europeos a tierras americanas fue una gesta sangrienta y que provocó el exterminio de vastas civilizaciones, a quienes les quitaron sus creencias, su cultura, sus tierras, su oro y su plata y sus mujeres.
Pero antes de dar conclusiones adelantada, en dicho trabajo se esclarecerá la otra cara dela moneda y los propósitos De Las Casas por mostrarle al mundo su versión de los hechos en la conquista y colonización de lo que para él en ese entonces fueron Las Indias.

FICHA DEL LIBRO
Nombre del documento: Brevísima relación de la destrucción  de las Indias Colegida por el Obispo dō fray Bartolomé de Las Casas / o Casaus de la Orden de Sācto Domingo.
Año de publicación: 1552
Lugar de la publicación: Según Martínez  (1986)  las Casas comenzó en México la redacción de la Destrucción de las Indias. En 1542, estando en España, acabó una primera redacción  en 1547 pero no fue hasta 1552 que imprimió en Sevilla, en la imprenta de Sebastián Trugillo
Medio por el cual se publicó por primera vez el documento:
Libro impreso en papel


CRITICA EXTERNA
Medio En El Cual Se Escribió La Obra Y Fuente Que La Pública:
La imprenta de Sebastián Trugillo, 1540-1567  impresor sevillano que como Barrera tuvo su imprenta  junto a las casas de Don Pedro de Pineda, circunstancia que  hicieron constar entre sus impresiones  muchos libros importantes.
Hazañas Y La Rúan  (1892) nos señala a Trujillo como notable impresor de libros góticos; donde se reconoce  su nombre, sin que se pueda precisar en cual/ en una obra del doctor  Pedro Mexia, que lleva la fecha de 1540. De 1543 y 15491  citan Gayangos y los anotadores de Gallardo, ediciones de  la historia Caballeresca de Félix Magno; en 1 552 imprimió  los nueve célebres tratados de Fr. Bartolomé de las Casas;  en 1562 una de las más hermosas impresiones de la Tragicomedia de Calisto y Melibea; en 1565 el curioso libro Breve instrucción de cantollano de Luis de Villafranca; en distintos años casi todas las obras de Pedro Mexia, y, sin expresar la fecha, el curioso Compendio de algunas cosas notables de España, de Fr. Domingo de Valtanas, que contiene curiosas noticias referentes al descubrimiento de América. Citar todas las obras que de esta imprenta se conocen, sería ardua tarea, pues el nombre de Trujillo se repite sin cesar en las bibliografías sevillanas.
En diversas obras expresó Trujillo tener su taller en Señora de Gracia, donde  más tarde encontramos a Alonso de la Barrera, que  como queda indicado, debió ser su sucesor, pues usó  el escudo de Trujillo, descrito ya al hablar de la  Barrera.  La última obra en que vemos el nombre de Sebastián Trugillo es la Crónica de España abreviada, de 1567, y debió  morir poco después pues el año de 1569 ya vimos al citado Barrera usar su escudo. Fue Trujillo uno de los más notables impresores sevillanos del siglo XVI.
Contexto Donde Se Escribe La Obra:
Según Sanoja (2004) Durante el período 1500-1640, mientras se consolidaban las bases del sistema capitalista en Europa Occidental, en Iberoamérica se revirtió a una forma económica postfeudal o "enfeudada".   Durante el proceso de colonización, Iberoamérica también "colonizó", asimiló culturalmente a los españoles indianos, ya que la conquista y la colonización española, no se hicieron sobre un territorio virgen: éste ya tenía dueños desde hacía miles de años. En 1492, el viaje de Cristóbal Colón reveló a las naciones europeas la existencia de una humanidad distinta a la ya conocida en Europa, Asia y África. Este evento, quizás uno de los más importantes en la historia universal, transformó en el largo plazo las bases de la civilización.
Las naciones europeas de entonces actuaron directamente, como fue el caso de España, o indirectamente, como lo hicieron Inglaterra, Holanda y Francia para tratar de construirse una América que sirviese a sus propósitos. Según Wallerstein (1974) y Braudel (1992), durante el período 1500-1640, el núcleo duro de países de Europa occidental consolidó una estructura económica basada en la utilización del trabajo asalariado en la agricultura, la ganadería y la industria. Como contraparte, en la periferia del capitalismo emergente, en ciertas regiones como Europa Oriental e Iberoamérica, se revirtió a una forma económica postfeudal o "enfeudada" (Brito Figueroa, 1978), basada en el uso del trabajo forzado, servil o esclavista, para la producción de materias primas como el oro y la plata, melazas, tabaco, cacao, cereales, entre otros., en tanto que la Europa meridional devenía un espacio de transición para la circulación de dichos bienes hacia el núcleo capitalista duro de los países europeos occidentales Iberoamérica es un continente inmenso, habitado todavía para el siglo XVI por poblaciones amerindias que representaban diversos niveles de desarrollo sociohistórico, desde bandas de recolectores cazadores, pasando por sociedades aldeanas, cacicazgos y complejos señoríos, hasta llegar a los enormes imperios Inca y Azteca.
En el caso de Iberoamérica, el proceso de conquista y colonización le reportó al imperio español el control precario de un territorio de aproximadamente tres millones de km2, con una población comparativamente escasa, mientras que la extensión del territorio metropolitano a duras penas podía llegar a alcanzar las dimensiones de una de las pequeñas provincias del imperio ultramarino. La tarea de construir dicho imperio requería de estrictos sistemas de control de la fuerza de trabajo, por lo cual España revirtió a la utilización de un modo de trabajo sincrético donde se combinaban las antiguas formas del esclavismo y el servaje—o trabajo servil— que habían caracterizado al mundo antiguo y al mundo medieval, dentro de una forma socioeconómica híbrida de capitalismo mercantil que podríamos quizás llamar "postfeudal", la cual respondía a la necesidad de combinar las condiciones locales de producción y los intereses derivados del mercado mundial (Stern, 1986).
Durante el proceso de colonización, Iberoamérica también "colonizó", asimiló culturalmente a los españoles indianos. La población española que emigró a Iberoamérica, a partir del siglo XVI, se fundió étnica y culturalmente con los pueblos amerindios y afroamericanos, dando origen a una sociedad mestiza inédita, que ya para inicios del siglo XVII había comenzado a trillar caminos históricos alternativos a las tradiciones hispanas, amerindias y africanas originales.

Motivaciones Del Autor Para Escribir La Obra
Conmovido por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas y por la gradual extinción de éstos, emprendió desde entonces una campaña para defender los derechos humanos de los aborígenes; para dar ejemplo, empezó por renunciar él mismo a la encomienda que le había concedido el gobernador de Cuba, denunciando dicha institución castellana como una forma de esclavitud encubierta de los aborígenes (1514)
Insistiendo en la evangelización como única justificación de la presencia española en América, propuso a la Corona reformar las Leyes de Indias, que en la práctica se habían demostrado ineficaces para poner coto a los abusos. Las Casas proponía suprimir la encomienda como forma de premiar a los colonos y replantear la colonización del continente sobre la base de formar comunidades mixtas de indígenas y campesinos castellanos (hacia una economía colonial más agrícola que minera); para la isla de La Española, dado el hundimiento de la población indígena y su supuesta incapacidad para el trabajo, proponía una colonización enteramente castellana, reforzada con la importación de esclavos negros africanos (cuya explotación consideraba legítima, en un exceso de celo por proteger a los aborígenes).
Por entonces decidió ingresar en la orden dominicana (1523) por motivos religiosos y estratégicos, pues dicha orden venía defendiendo la dignidad de los aborígenes desde el comienzo de la conquista, frente a los franciscanos (que sostenían el punto de vista de los colonizadores).

Biografía:
Fray Bartolomé de Las Casas nació en Sevilla en 1484. Estudió Derecho Canónico en Salamanca. Su padre viajó con Cristóbal Colón en 1492 y el propio Colón le obsequió un joven esclavo aborigen (que más tarde sería devuelto a su tierra). Sin embargo, este hecho marcaría al joven Bartolomé. En 1502 acompañó al conquistador Gonzalo Fernández de Oviedo al Nuevo Mundo. Su primer asentamiento se produjo en La Española en 1502, donde se convirtió en encomendero.
En 1510 se ordena como sacerdote y en los años siguientes va a Cuba con Pánfilo Narváez y Diego Velázquez como capellán castrense. El hecho que desencadenaría su dedicación de por vida a la defensa de los indígenas fue la matanza de aborígenes en Caonao y la tortura del cacique Hatuey, en Cuba. Sería en el período comprendido entre 1515 y 1517 cuando llevó a cabo su primer intento de defensa en la Corte peninsular.
Fue el Cardenal Jiménez Cisneros quien le dio el título de “Protector de los Indios” y en 1520 lo autorizó para fundar una colonia en Santo Domingo, la cual fracasó. En 1514 se produce un cambio en su vida tras una etapa de crisis y es entonces cuando comienza su labor como defensor de los aborígenes. No sería hasta 1523 cuando decide su ingreso en la Orden Dominicana.
Se le consideraba un agitador en la Corte de Carlos V y fue gracias a su gestión que las Nuevas Leyes de Indias salieron adelante en 1542. Incluso, se logró que por algún tiempo el sistema de encomiendas se suprimiera. De hecho, es uno de los mayores exponentes de la “leyenda negra” española.
Una de sus máximas desilusiones fue el fracaso de la comisión de jerónimos (en la que él mismo participó), la cual se iba a encargar de ir al Nuevo Mundo para investigar si era cierto lo que se denunciaba.
Promulgaba una organización colonial pacífica, sin crueldad. Estaba a favor de emplear medios alternativos de colonización y evangelización, sin el uso de la violencia. Sin embargo, cometió un grave error, del que posteriormente se arrepentiría, al recomendar la importación de esclavos negros africanos para liberar a los aborígenes de los trabajos forzosos.
Fray Bartolomé de Las Casas no sólo limitó su acción humanitaria y de defensa a Cuba o La Española, sino que participó en otros lugares como Perú y Guatemala. En 1543, además, Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas (México), aunque la hostilidad de sus feligreses por sus rigurosas exigencias morales le hizo regresar a Castilla en 1547 para no volver nunca. Anteriormente había rechazado el mismo cargo en Cuzco.
Realizó varios viajes oceánicos, siempre con el objetivo de defender a los aborígenes. Su regreso definitivo a España se produjo en 1547. En 1551 refutó la tesis de Juan Ginés Sepúlveda, quien defendía la superioridad europea y licitaba la guerra contra los naturales. Las Casas murió en el Convento de Atocha, en Madrid, en 1566.
CRÍTICA INTERNA
La Obra
La narración de dicha obra se realizó en primera persona,  pareciera un contenido autobiográfico, puesto que  los escritos fueron muy explícitos en cada imagen que el autor quiso hacer ver al lector de su obra, el género literario del trabajo no está muy claro, para algunos intelectuales fue  crónica histórica es la función informativa.
Es por ello que Veres  (1998)  señala queda bastante clara que la intención primordial de Fray Bartolomé era la información. Pero, para cumplir con su objetivo, el dominico español debía buscar el soporte textual más adecuado para que su voz resonara con cierto eco en el entorno del príncipe Felipe II, responsable real de los asuntos de Indias en aquellos años.
Por lo tanto De las Casas escribe de la siguiente manera:
“…….deliberé, por no ser reo, de las peticiones de ánimas y cuerpos infinitos que los tales perpetuaran, poner en molde algunas y muy pocas que los días pasados colegí de innumerables que con verdad podría referir, para que más facilidad Vuestra Alteza las pueda leer”

Pero por otra parte se puede decir que uso un discurso apologético de las injusticias hechas contra los aborígenes que reproducen el mito del buen salvaje confeccionado a principios del Siglo XVI a partir de las crónicas de indias. Los ejemplos son bastante evidentes:
 "Saliéndole a recibir el rey y señor de ella con procesión de infinita gente y haciéndole servir mil servicios y regalos..."
"Gentes mansuetísimas y buenas como las otras..."
"Recibiéronles como si fueran sus entrañas y sus hijos, sirviéndoles señores y súbditos con grandísima afección y alegría."
Las figuras  literarias usadas por el autor si son bastante claros y evidentes, como por ejemplo:
Polisíndeton: la figura literaria del “polisíndeton” se refiere al proceso de utilizar conjunciones o de conectar con frecuencia palabras en una frase, colocadas muy cerca la una de otra, en oposición a la norma habitual de usarlas escasamente, sólo donde son técnicamente necesarias. Se usa principalmente para añadir un efecto dramático, ya que tienen una fuerte presencia retórica.
"Porque son tantos y tales los estragos y crueldades, matanzas y destrucciones, despoblaciones, robos, violencias y tiranías..."

Asíndeton: El asíndeton es un recurso literario que consiste en omitir la conjunción. Suele utilizarse para dar agilidad al texto, es una herramienta literaria que ayuda a acortar el significado implícito de toda la frase y presentarlo en una forma sucinta. Esta versión compacta ayuda a crear un impacto inmediato por el cual hace que inmediatamente el lector entre en sintonía con lo que el escritor está tratando de transmitir. El uso de este recurso literario ayuda a crear un fuerte impacto y las frases de este tipo tienen un mayor valor de recuperación ya que la idea se presenta en una cáscara de nuez
"Quemaba los pueblos, prendía los caciques, dábales tormento, hacía matar, tomaba esclavos."
Estos recursos ya presentes en el resto de la obra lascasiana son llevados al extremo en la Brevísima. El sistema estilístico se basa en la elección de términos negativos como "tirano" o "destrucción" para designar a los españoles, aunándose el peso de la adjetivación: "tirano infernal", "crudelísimas y desenfrenadas tiranías". También se produce la enumeración de sinónimos con este mismo carácter de intensificación peyorativa:
"...porque son tantos y tales los estragos y crueldades, matanzas y destrucciones, despoblaciones, robos, violencias y tiranías..."

Estructura:
ü  Argumento del presente epítome

ü  Prólogo

ü  Brevísima relación de la destruición de las Indias

ü  De la isla Española

ü  Los reinos que había en las la Española

ü  De las dos islas de Sant Juan y Jamaica

ü  De la isla de Cuba

ü  De la Tierra Firme

ü  De la provincia de Nicaragua

ü  De la Nueva España

ü  De la provincia e reino de Guatimala

ü  De la Nueva España y Pánuco y Jalisco

ü  Del reino de Yucatán

ü  De la provincia de Santa  Marta

ü  De la provincia de Cartagena

ü  De la Costa de las Perlas y de Paria y la isla de la Trinidad

ü  Del rio Yuyapari

ü  Del reino de Venezuela

ü  De las provincias de la Tierra Firme por la parte que se llama La Florida

ü  Del rio de la Plata

ü  De los grandes reinos y grandes provincias del Perú

ü  Del nuevo reino de Granada



Interpretación
El argumento principal de la obra gira entorno a todo lo ocurrido en las Indias, desde lo maravilloso de su descubrimiento hasta lo penoso de las matanzas y estragos que realizaron los colonizadores sobre gentes inocentes. La obra es un relato de todos los ultrajes y asesinatos que se cometieron en esos años con el objeto de darlo a conocer al monarca Español de la época. En este sentido conviene aclarar que si bien todavía reinaba Carlos I de España y V de Alemania, el obispo fray Bartolomé de las Casas lo envía al príncipe Felipe que en pocos años después se convirtió en el rey Felipe II.
En el relato le explica al príncipe Felipe los males, perdiciones y daños producidos en todos los reinos del nuevo mundo de las Indias. Igualmente suplica al principie Felipe que no permita la tiranía que se estaba cometiendo durante la conquista sobre gente pacífica y humildes.
El objetivo que fray Bartolomé de las Casas plasma en el texto es el de la deformidad de la injusticia, la destrucción que se produjo sin ninguna causa que lo justifique y solo llevados por la codicia y la ambición. Va narrando las atrocidades cometidas durante la conquista en todos los lugares. Como dejan despobladas las Islas de Cuba y de los Lucayos, las 30 islas de la comarca de San  Juan, como se actuaba en los 5 reinos de las Islas Españolas, la Isla de San Juan, Jamaica, Nicaragua entre otras.
En la Brevísima relación de la destrucción de las Indias ha descrito los males que asolaron a las Indias desde la llegada de los españoles. Es una relación de la destrucción de las Indias llena de horror y de sangre. Asombra también como describe el hecho de los muertos y el modo de haberlos maltratado. Cada página salpica sangre, con escenas de horror, de crueldad inaudita.
Los españoles no llegan como corderos entre lobos sino como lobos entre ovejas: En estas ovejas mansas y así dotadas entraron los españoles desde luego que les conocieron como lobos y tigres y leones crudelísimos de muchos días hambrientos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta parte hasta hoy, sino despedazarlas, matarlas, angustia ellas, atormentarlas y destruirlas.
Las Casas no se limita a describir los horrores y los males de aquella tierra prometida en agonía y cuya causa fueron los Españoles, sino que busca remedios para aliviarlos. Entre los muchos remedios hay uno que él llamo Octavo remedio, en el que promete la supresión de la encomienda que
vuestra “Magestad ordene y mande, que todos los indios que hay en las Indias se pongan y reduzcan e incorporen a la corona real de Castilla y León en cabeza de vuestra Magestad como súbditos y vasallos libres que son y ninguno este encomendado a cristianos españoles”

Las Casas está convencido de dos cosas: que la libertad humana es, después de la vida, la cosa más preciosa y estimable del mundo, y que la esclavitud va contra la ley natural porque atenta a la libertad, que la conquista y la guerra hecha contra los aborígenes les ha quitado.
El propósito de Bartolomé de las Casas al terminar de redactar la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, era cambiar el trasfondo de una realidad que en menos de un siglo había degenerado de manera incontrolada por parte de las máximas autoridades ubicadas en la Metrópoli. Este hecho, presente a lo largo de todo el texto, se desprende de su afán y tenacidad en apuntar soluciones mediante modos alternativos de colonización y evangelización

Critica De Sinceridad Y Exactitud
  A Bartolomé de Las Casas se le atribuye la responsabilidad de la colonización española de las Américas. Un nombre que se saca siempre a relucir cuando se habla de las más afortunadas de sus obras, con un título que en sí constituye un programa: Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Una destrucción; si así define un español, para más señas fraile dominico, la conquista del Nuevo Mundo, ¿cómo encontrar argumentos en defensa de esa empresa? ¿Acaso el proceso no se cerró con un inapelable veredicto en contra para la colonización ibérica?
  Pues no, no se cerró en absoluto. Es más, la verdad y la justicia imponen el que no se acepten sin críticas las invectivas de Las Casas; para usar la expresión que utilizan los historiadores más actualizados, ha llegado el momento de someterlo a una especie de proceso, a él, tan furibundo en los que iniciaba contra otros.
El padre de Bartolomé, Francisco Casaus, acompañó a Colón en su segundo viaje al otro lado del Atlántico, se quedó en las Antillas y, confirmando las dotes de habilidad e iniciativa semíticas, creó una gran plantación donde se dedicó a esclavizar a los aborígenes, práctica que, como se  ha señalado, había caracterizado el primer período de la Conquista y, al menos oficialmente, sólo ese período
  Gracias a una conversión destacaría esta fase para convertirse en intransigente partidario de los aborígenes y de sus derechos. Tras su insistencia, las autoridades de la madre patria atendieron sus consejos y aprobaron severas leyes de tutela de los indígenas, lo que más tarde iba a tener un perverso efecto: los propietarios españoles, necesitados de abundante mano de obra, dejaron de considerar conveniente el uso de las poblaciones autóctonas que algún autor define hoy como «demasiado protegidas», y comenzaron a prestar atención a los holandeses, ingleses, portugueses y franceses que ofrecían esclavos importados de África y capturados por los árabes musulmanes.
  Sin embargo, aunque en número reducido en comparación con las zonas bajo dominio de otros pueblos, los españoles comenzaron a importar africanos, entre otros motivos porque no se extendió a ellos la protección otorgada a los aborígenes, implantada en tiempos de Isabel la Católica y perfeccionada posteriormente. Aquellos negros podían ser, pero hacer lo mismo con los aborígenes era ilegal y las audiencias, los tribunales de los virreyes españoles, no solían ir con bromas. Se trata pues, de un efecto imprevisto y se dice  que perverso de la encarnizada lucha emprendida por Las Casas que, si bien se batió noblemente por los aborígenes, no hizo lo mismo por los negros a los que no dedicó una atención especial, cuando comenzaron a afluir, después de ser capturados en las costas africanas por los musulmanes y conducidos por los mercaderes de la Europa del norte.
  Pero volviendo a su conversión, determinada por los sermones de denuncia de las arbitrariedades de los colonos,  pronunciados por los religiosos -lo cual confirma la vigilancia evangélica ejercida por el clero regular-. Bartolomé de Las Casas se ordenó cura primero y luego dominico y dedicó el resto de su larga vida a defender la causa de los indígenas ante las autoridades de España.
  Es preciso que se  reflexione, en primer lugar, sobre el hecho de que el ardiente religioso haya podido atacar impunemente y con expresiones terribles no sólo el comportamiento de los particulares sino el de las autoridades. Por utilizar la idea del norteamericano Maltby, la monarquía inglesa no habría tolerado siquiera críticas menos blandas, sino que habría obligado al imprudente contestatario a guardar silencio. El historiador dice también que ello se debió «además de a las cuestiones de fe, al hecho de que la libertad de expresión era una prerrogativa de los españoles durante el Siglo de Oro.
  Por otra parte, se reflexiona muy poco sobre el hecho de que este furibundo contestatario no sólo no fue neutralizado, sino que se hizo amigo íntimo del emperador Carlos V, y que éste le otorgó el título oficial de protector general de todos los aborígenes, y fue invitado a presentar proyectos que, una vez discutidos y aprobados a pesar de las fuertes presiones en con­tra, se convirtieron en ley en las Américas españolas.
  Nunca antes en la historia un hombre de fe, tal como Las Casas se consideraba a sí mismo, había sido tomado tan en serio por un sistema político al que nos presentan entre los más oscuros y terribles.  Por lo tanto, las denuncias de Bartolomé de Las Casas fueron tomadas radicalmente en serio por la Corona española, lo cual la impulsó a promulgar severas leyes en defensa de los aborígenes y, más tarde, a abolir la encomienda, es decir, la concesión temporal de tierras a los particulares, con lo que causó graves daños a los colonos.
  Jean Dumont dice al respecto: «El fenómeno de Las Casas es ejemplar puesto que supone la confirmación del carácter fundamental y sistemático de la política española de protección de los aborígenes. Desde 1516, cuando Jiménez de Cisneros fue nombrado regente, el gobierno ibérico no se muestra en absoluto ofendido por las denuncias, a veces injustas y casi siempre desatinadas, del dominico. El padre Bartolomé no sólo no fue objeto de censura alguna, sino que los monarcas y sus ministros lo recibían con extraordinaria paciencia, lo escuchaban, mandaban que se formaran juntas para estudiar sus críticas y sus propuestas, y también para lanzar, por indicación y recomendación suya, la importante formulación de las "Leyes Nuevas".



Es más,  la Corona obliga al silencio a los adversarios de Las Casas y de sus ideas.» Para otorgarle mayor autoridad a su protegido, que difama a sus súbditos y funcionarios, el emperador Carlos V manda que lo ordenen obispo. Por efecto de las denuncias del dominico y de otros religiosos, en la Universidad de Salamanca se crea una escuela de juristas que elaborará el derecho internacional moderno, sobre la base fundamental de la «igualdad natural de todos los pueblos» y de la ayuda recíproca entre la gente.
  Se trataba de una ayuda que los aborígenes necesitaban de especial manera; tal como se ha  recordado los pueblos de América Central habían caído bajo el terrible dominio de los invasores aztecas, uno de los pueblos más feroces de la historia, con una religión  basada en los sacrificios humanos masivos.

  Sobre estas bases los juristas españoles, dentro del marco de la «igualdad natural de todos los pueblos», reconocieron a los europeos el derecho y el deber de ayudar a las personas que lo necesitasen. Y no puede decirse que los indígenas precolombinos no estuviesen necesitados de ayuda. No hay que olvidar que por primera vez en la historia, los europeos se enfrentaban a culturas muy distintas y lejanas. A diferencia de cuanto harían los anglosajones, que se limitarían a exterminar a aquellos «extraños» que encontraron en el Nuevo Mundo, los ibéricos aceptaron el desafío cultural y religioso con una seriedad que constituye una de sus glorias.

Conclusión
Brevísima Relación de la Destrucción de la Indias es un libro que es preciso leer para hacerse una idea de la magnitud del drama que significó la colonización del nuevo mundo, advertido el lector de sus limitaciones documentales y posibles exageraciones. Para muchos autores puede que la Brevísima sea una obra casi de ficción, pero incluso en ese caso la historia que cuenta está basada en hechos muy reales.
Es por ello que es indiscutible el aporte teórico de Bartolomé a la antropología filosófica, sin embargo ha de tenerse en cuenta que no se trata sólo de una teoría abstracta, sino de una respuesta concreta, teórica y práctica, a una situación histórica específica de violencia contra la dignidad humana. En el presente se considera que los aportes de Las Casas constituyen un antecedente de la defensa y fundamentación de los Derechos Humanos. No hay guerras limpias, pero sí hay guerras que destacan por su notoria brutalidad.



Referencias Bibliográficas
Redacción Informativo del Sur de Jalisco 12 de octubre “Día de la Raza”, ¿Día de festejo o de reflexión? Por: José Rodríguez Figueroa
Nelson Martínez Díaz  (1986)  Bartolomé De Las Casas Brevísima Relación De La Destrucción De Las Indias, Ediciones Orbis, S.A. Barcelona, España
Veres Luis  (1998) El Marco De La Ficción En La "Brevísima Relación De La Destrucción De Las Indias" de Fray Bartolomé de las Casas Universidad Politécnica de Valencia CEU-San Pablo
Hazañas Y La Rúan Joaquín (1892)  Ensayo De Una Historia De La Tipografía Sevillana Y Noticias De Algunos De Sus Impresores Desde La Introducción Del Arte Tipográfico En Esta Ciudad Hasta El Año De 1800. Imp. de la Revista u£ Tribunales, Rivero. Sevilla España.

Wallerstein, I. 1974. El Moderno Sistema Mundial: La Agricultura Capitalista Y Los Orígenes Del Europeo Economía Mundial En El Siglo XVI. New York.

Braudel, F. 1992. La perspectiva del mundo. Civilización y Capitalismo, Vol. III. Universidad de California. Berkeley y Los Ángeles. 
Stern, S. J. 1986. “Feudalismo, Capitalismo y el Sistema Mundial en la perspectiva de América Latina y el Caribe ". Actas de la Convención Americana Asociación Histórica. Chicago.
Brito Figueroa, F. 1978. La Estructura Económica de Venezuela Colonial. Col. Ciencias Económicas y Sociales. Ediciones de la Biblioteca. Universidad Central de Venezuela. Caracas.
Sanoja Obediente M. y Vargas Arenas I. 2004. Cultura y dependencia en la sociedad venezolana. Caracas.
Brevísima Relación De La Destrucción De Las Indias (Con Un Estudio Preliminar Del Prof. Nelson Martínez Díaz) Bartolomé De Las Casa
Ana Manero Salvador 2007 La Controversia De Valladolid: España Y El Análisis De La Legitimidad De La Conquista De América
José  Matos  Mar A Propósito    DE  FRAY  Bartoloml!   De  Las Casas: Los   Nuevos     Retos    Del   Indigenismo Al   Final    Del   Milenio